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Mostrando entradas de julio, 2017

KIM DE LA INDIA (1950)

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No sigas a aquellos que te inclinen a la violencia. Vuelve al camino del aprendizaje para que puedas alzarte preparado en el quicio de un mundo nuevo y mejor. Y cuando yo ya no pueda ver tu cara, tu voz me llegará como una canción.  KIM DE LA INDIA (Victor Saville, 1950)   

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KIM RUDYARD KIPLING     Editorial Extremadura, Cáceres, 2004 Kim hizo girar el torno registrador de la entrada y el viejo lo siguió. Al entrar, se detuvo en seco, asombrado. En el vestíbulo se hallaban las esculturas grecobudistas más grandes que se conocen, talladas (en tiempos remotos que sólo los sabios conocen) por artesanos ya olvidados cuyas manos, con no poca habilidad, trataban de dar a sus obras el toque griego transmitido de forma tan misteriosa. Había centenares de ellas: frisos con figuras en relieve, fragmentos de estatuas y losas, llenos de figuras, que en otros tiempos habían decorado las paredes de ladrillo de las stupas y viharas budistas del Norte del país y que ahora, debidamente rotuladas tras ser desenterradas, eran el orgullo del Museo. Boquiabierto ante tantas maravillas, el lama iba y venía de una estatua a otra, hasta que por fin se detuvo, embelesado ante un gran altorrelieve que representaba una coronación o apoteosis de Nuestro Señor Buda. El

IF

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Si puedes mantener en su lugar tu cabeza cuando todos a tu alrededor, han perdido la suya y te culpan de ello. Si crees en ti mismo cuando todo el mundo duda de ti, pero también dejas lugar a sus dudas. Si puedes esperar y no cansarte de la espera; o si, siendo engañado, no respondes con engaños, o si, siendo odiado, no te domina el odio y aún así no pareces demasiado bueno o demasiado sabio. Si puedes soñar y no hacer de los sueños tu amo. Si puedes pensar y no hacer de tus pensamientos tu único objetivo; Si puedes conocer al triunfo y la derrota, y tratar de la misma manera a esos dos impostores. Si puedes soportar oír toda la verdad que has dicho, tergiversada por malhechores para engañar a los necios. O ver cómo se rompe todo lo que has creado en tu vida, y agacharte para reconstruírlo con herramientas maltrechas. Si puedes amontonar todo lo que has ganado y arriesgarlo todo a un sólo lanzamiento, y perderlo, y empezar de nuevo desde el principio y no decir