UNA PASTELERÍA EN TOKIO (2015)





UNA PASTELERÍA EN TOKIO (2015)
Dirigida por Naomi Kawase
(Japón)


Cinta heredera de la maestría de Yasujiro Ozu y de la filosofía budista, entrañable e íntima, sabedora de cómo encontrar la felicidad en aquello que, en principio, podría parecernos insignificante: un dorayaki.

Los protagonistas consiguen formar una especie de familia improvisada, de refugio, donde el afecto y el abrazo surgen de forma inesperada.

Y por encima de todo, y en contacto con esa magia, y con esa mirada transparente, está Kiki, encarnando a una mujer de setenta y seis años que quiere trabajar en el puesto de dorayakis a media jornada. A través de la elaboración del “anko”, una pasta de judías dulce que rellena el dorayaki, nos enseñará que a la buena cocina hay que ponerle sentimiento, que hay que estar atento cuando el aroma del vapor cambia, que a las judías hay que hospedarlas con esmero porque han recorrido un largo camino desde el campo, que se debe ser paciente y esperar a que se acostumbren al dulce, como si fueran una joven pareja. Hay que detenerse a escuchar las historias que nos cuentan las judías porque todo en este mundo tiene algo que contar. Y sobre todo, hay que sonreír cuando un bocado está rico, o cuando tenemos la suerte de encontrarnos una flor de cerezo en nuestro dorayaki.  

Ambientada en el “Hanami”, ese acontecimiento maravilloso a finales de marzo o principios de abril en el que Japón se tiñe de rosa por el “sakura”, la floración del cerezo, la película nos envuelve como una seda y nos regala el tiempo y la serenidad zen.

Hemos nacido en este mundo para verlo y para escucharlo. No importa en qué nos convirtamos. No hace falta ser alguien en la vida. Cada uno de nosotros le da sentido a la vida de los demás.



MAR HORTELANO

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