Juan de Palafox y Mendoza, figura importante en el mundo cultural y en el mundo religioso, nace de una relación furtiva entre el padre, un hombre noble de Aragón, don Jaime de Palafox, y la madre, Ana de Casanate, en una época más bien de castas, lo que provoca el ocultamiento del embarazo y el refugio en el balneario navarro de Fitero de su madre. El 1 de junio del 1600 da a luz Ana y el bebé es entregado a la criada para dejarlo, como a Moisés en el Nilo, a la orilla del río. Pero el alcalde de los baños, Pedro Navarro, la descubre, lo rescata de las aguas y ambos deciden buscar una nodriza. La madre, dolorida y arrepentida ingresa en un convento de las Madres Carmelitas. Juan, será bautizado y adoptado por pastores de Fitero. De buena presencia, inteligente, piadoso y compasivo, a los nueve años, el padre visita a la madre en el convento y al saber toda la historia, el pequeño será reconocido por su padre natural, dándole sus apellidos. Asistirá a la universidad de Salamanca, pero l...
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